Ambientalistas advierten riesgo ambiental por posible estación del tren México–Querétaro en el Parque Alcanfores

Ambientalistas exigen transparencia en proyecto ferroviario
La incertidumbre crece entre colectivos ambientales y vecinos del centro de Querétaro ante la posible afectación del Parque Alcanfores, derivada de la construcción de la estación del Tren México–Querétaro.
El Observatorio Ciudadano para la Protección Ambiental, encabezado por Enrique Uribarren Castro, denunció la falta de transparencia y la información contradictoria sobre el proyecto ferroviario, cuya ubicación exacta aún no ha sido aclarada por las autoridades.
“No hay certeza de si la estación será parte del tramo México–Querétaro o Querétaro–Irapuato, ni si se construirá dentro o junto al parque. Pero lo que sí hay es opacidad”, afirmó Uribarren.
Posibles daños ambientales y sociales
El representante ambientalista advirtió que el proyecto podría implicar la remoción de árboles, la fragmentación del ecosistema urbano y una reducción significativa de áreas verdes, lo que afectaría tanto al medio ambiente como a la salud pública.
El Parque Alcanfores, considerado uno de los últimos pulmones verdes del centro histórico, cumple un papel crucial en la captura de contaminantes y la regulación térmica de la ciudad.
“Es el último parque urbano en el centro, el último reducto verde rodeado de cemento. Ya tenemos un déficit de áreas naturales, y perder parte de ellas agravaría el problema ambiental”, subrayó.
Riesgos hídricos y pérdida de biodiversidad
Además de la pérdida de árboles, Uribarren destacó que la reducción de superficie natural disminuiría la infiltración de agua al acuífero, afectando el equilibrio hídrico local y alterando el hábitat de diversas especies que dependen del ecosistema del parque.
Desde el ámbito social, alertó que se pondría en riesgo un espacio de convivencia y encuentro vecinal, vital para la calidad de vida de los habitantes del centro.
Llamado a la rendición de cuentas
El Observatorio Ciudadano solicitó a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) —encargada del proyecto ferroviario— que haga públicos los estudios técnicos y ambientales relacionados con la obra.
Entre los documentos que pidió transparentar se encuentran:
El inventario del arbolado afectado,
El estudio hidrogeológico,
El plan de manejo ambiental, y
El plan de movilidad que permita mitigar los impactos negativos.
Uribarren propuso además que estos temas se discutan en un foro abierto con especialistas, autoridades y ciudadanía, para garantizar que el desarrollo del tren no se realice a costa del equilibrio ecológico.
Una demanda por el futuro verde
Los ambientalistas insisten en que la modernización del transporte no debe implicar la destrucción de espacios naturales que benefician a miles de personas. La transparencia, aseguran, es el primer paso para lograr un desarrollo urbano sustentable y responsable.
“Querétaro no puede darse el lujo de perder otro pulmón verde. Cualquier proyecto debe construirse con respeto al medio ambiente y con la participación informada de la ciudadanía”, concluyó Uribarren.